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Exigen la desaparición del programa de cadetes de la policía de L.A.

Avergonzados y preocupados por las quejas que han surgido del programa juvenil Cadetes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), un grupo de activistas exige el fin de la academia.

La petición llega tras el arresto de un agente de policía, que presuntamente tuvo relaciones sexuales con una cadete de 15 años edad.

La integrante de este programa también está acusada de estar implicada en el robo de tres autos de pelotón del propio departamento.

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Activistas de Black Lives Matter-LA, Red de Acción Comunitaria de L.A. y Stop LAPD Spying Coalition, piden que la alcaldía conduzca una investigación del programa de cadetes, independientemente de las acciones de LAPD y la Comisión de Policía.

“Seamos claros, estos incidentes no son eventos aislados”, aseveró Nia-Amina Minor, organizadora de Black Lives Matter.

“Son parte de una larga historia y patrón de los agentes de policía que utilizan su autoridad y poder al para emplear la fuerza excesiva para intimidar, manipular, asaltar, violar e incluso matar a los más vulnerables”, abundó la activista.

De acuerdo a Minor, la detención del agente Robert Caín por el presunto abuso sexual de la cadete, es parte de un patrón de conducta abusiva que lleva décadas en el departamento y sus agentes.

María Magaña, activista de la Red de Acción Comunitaria, asegura que muchos padres de familia están confiados en registrar a sus hijos en el programa porque piensan que están en buenas manos. Sin embargo, “la realidad es otra”.

“No podemos permitir que la academia de cadetes continúe, sabiendo lo que sucede allá adentro”, dijo Magaña. “Y que los menores están en riesgo de seguir comportamientos criminales, o que pueden ser víctimas de violación por aquellos que juran protegernos”.

Por ahora, LAPD ha emitido una declaración defendiendo el programa, llamándolo “un componente integral de la policía comunitaria del departamento y estrategia que ha ayudado a miles de jóvenes hombres y mujeres y sus familias”.

El comunicado oficial agrega que “ha reducido el crimen mientras aumenta la confianza pública y las alianzas comunitarias”.

También enfatiza que “las sugerencias para disolver estos programas exitosos están mal informados, son erróneas y evitarían oportunidades educativas y de formación de miles de niños y adultos jóvenes”.

A raíz de la detención de siete cadetes, por presunta participación en el robo de tres autos de escuadrón y cuyo incidente culminó en dos persecuciones, el 14 de junio, el jefe policial Charlie Beck ordenó una revisión, para fortalecer el programa y prevenir nuevos incidentes.

En su defensa, Beck declara que la familiaridad de los cadetes con los procedimientos del departamento les permitió robar los coches sin que se descubriera de inmediato.

Asimismo, el jefe de LAPD arrestó a Caín el 22 de junio por supuestamente tener una relación sexual con la cadete de 15 años.

Desde el escándalo, Beck ha sostenido que los sospechosos eran esencialmente algunas manzanas podridas de un total de 2,200 cadetes activos.

No obstante, las acciones de Beck no han detenido a los activistas en culparlo y pedir también que éste renuncie a su puesto por encubrir a Caín.

“Exigimos que Charlie Beck sea despedido. Su impulso para defender al agente Robert Caín y minimizar su comportamiento nos dice exactamente de qué lado se encuentra”, manifestó Tiffany Guerra, activista de Stop LAPD Spying Coalition.

“Exigimos el fin del programa de los cadetes. La comunidad necesita programas de la juventud, sí, pero no administradas por el LAPD y sus agentes”, concluyó Guerra.

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