Padre decapitó a dos de sus hijos, obligó a los demás a ver los cuerpos durante más de cinco días, alegan los fiscales
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El horror dentro de la casa beige de Lancaster comenzó a desarrollarse el domingo, después del Día de Acción de Gracias.
Maurice Jewel Taylor Sr., de 34 años, decapitó a su hijo e hija, alegan las autoridades. Luego, durante los siguientes cinco días, mantuvo los cuerpos de Maurice Jr., de 12 años, y Maliaka, de 13, dentro de la casa, junto con sus dos hijos menores, de 8 y 9 años.
Durante este período, alegan los fiscales en los documentos judiciales presentados el martes, el entrenador personal mostró los cadáveres a los niños sobrevivientes, quienes fueron mantenidos en sus habitaciones sin comida.
El viernes, una llamada sobre una posible fuga de gas llevó a los bomberos a la espantosa escena dentro de la casa en Century Circle.
Los clientes de Taylor, quienes habían estado tomando clases de Zoom con él, llamaron a las autoridades después de que dejó de comunicarse con ellos.
La madre de los niños, que estaba en la casa, no es sospechosa, pero ha sido interrogada por los investigadores y todavía está en contacto con ellos, informó el teniente Brandon Dean de la Oficina de Homicidios del Departamento del Sheriff de Los Ángeles. Dean dijo que los agentes encontraron los cuerpos de los niños en habitaciones separadas del domicilio.
El miércoles, los fiscales acusaron a Taylor con cargos de asesinato y abuso infantil.
Taylor se ha convertido en el primer acusado de asesinato de alto perfil para el recién elegido fiscal de distrito, George Gascón, quien se ha comprometido a no buscar la pena de muerte en ningún caso nuevo.
La lectura de cargos del caso se pospuso hasta el 21 de diciembre. Taylor permanece en la cárcel y enfrenta una sentencia máxima de entre 57 años a cadena perpetua.
El Departamento de Servicios para Niños y Familias de Los Ángeles no parece haber tenido ninguna intervención, y su presencia no se ha solicitado en la casa, señaló Dean el viernes.
Los clientes de Taylor, con los que había trabajado en un centro de ejercicio y fisioterapia de Santa Mónica, se preocuparon después de que no envió un enlace de Zoom para una sesión programada y de que no pudiera ser contactado. Les inquietaba que hubiera ocurrido una fuga de gas en la casa y pidieron a las autoridades que verificaran a la familia.
“Sabía que no estaban fuera de la ciudad. No tenían dinero para viajar”, comentó un cliente.
Howard Kern, un abogado y escritor que se entrenó con Taylor durante unos siete años, dijo que llamó al Departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles a las 7:34 a.m. del viernes, después de que otros clientes llamaran al Departamento del Sheriff para hacer llegar sus preocupaciones.
“Dije: ‘Estoy preocupado’”, recordó Kern. “‘Estamos intranquilos por una posible fuga de gas. Hay cuatro niños y dos adultos, nos inquieta su seguridad’”.
Otro cliente, que habló bajo una condición de anonimato, indicó que Taylor había estado trabajando de forma remota debido a la pandemia. Era “tan confiable, tan receptivo” y “tranquilo”, agregó el cliente.
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