Rick Caruso ha entrado en la carrera por la alcaldía. ¿Los Ángeles elegirá a un multimillonario?
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Rick Caruso, el desarrollador multimillonario de Grove y otras propiedades de lujo, se lanzó oficialmente a la contienda para convertirse en el próximo alcalde de Los Ángeles, sacudiendo un proceso electoral que, hasta este momento, ha sido liderado por funcionarios electos demócratas.
Caruso, de 63 años, presentó documentos ante el secretario municipal el viernes, antes de la fecha límite del sábado, declarando su intención de postularse en las elecciones primarias del 7 de junio.
“Estoy emocionado de estar aquí. Es un día muy significativo para mí y mi familia”, comentó Caruso después. “Me encanta Los Ángeles”.
La breve declaración de Caruso a los medios fue interrumpida por un solo manifestante que gritó: “Los Ángeles no quiere a un multimillonario como alcalde”.
Caruso, quien el mes pasado cambió su afiliación al Partido Demócrata, nunca ha ocupado un cargo electo, aunque ha estado activo en la maquinaria burocrática de la ciudad desde su nombramiento, a mediados de la década de 1980, en la junta del Departamento de Agua y Energía. También se desempeñó como presidente de la Comisión de Policía de Los Ángeles y director del Consejo de Administración de la USC.
Ha dicho que cree que los políticos electos les han fallado a los votantes en crisis como la falta de vivienda. Además, ha señalado el aumento de la delincuencia en algunas áreas en los últimos años, problemática en la que se centraría si fuera elegido.
Su capacidad para autofinanciar una campaña pondrá de cabeza un campo que parecía estar completo.
La representante Karen Bass (demócrata de Los Ángeles) surgió como una de las primeras candidatas; el fiscal de la ciudad, Mike Feuer, y los concejales angelinos, Kevin de León y Joe Buscaino, también son los principales aspirantes. Los cuatro han pasado varios meses recaudando fondos, así como presentando posturas sobre los temas dominantes del crimen y la falta de vivienda.
Es probable que Bass, quien recaudó casi 2 millones de dólares y tiene un perfil nacional, asegure un lugar en las votaciones de noviembre, lo que hace que las primarias de junio sean en gran medida para saber quién aparecerá en la boleta electoral.
Buscaino, un demócrata, ha virado a la derecha de otros candidatos en un campo mayoritariamente progresista. La candidatura de Caruso le dificultará ese camino a Buscaino, explicó Fernando Guerra, director del Centro de Estudios de Los Ángeles de la Loyola Marymount University. Añadió que la postulación del multimillonario podría beneficiar a Bass, dándole un claro oponente durante las primarias a quien puede apuntar sin alienar a otros demócratas.
“Será más fácil para Karen Bass usarlo como contraste, en comparación con Feuer, De León o Buscaino”, indicó Guerra.
Forbes ha fijado el patrimonio neto de Caruso en 4.300 millones de dólares. Además del centro comercial Grove de 575.000 pies cuadrados en el distrito de Fairfax, el residente de Brentwood desarrolló Americana at Brand en Glendale y Palisades Village, así como Montecito Rosewood Miramar Beach, un elegante hotel frente al mar, entre otras propiedades. Su candidatura ha sido comparada con la de Richard Riordan, el empresario republicano que fue elegido alcalde en 1993.
Caruso fue republicano durante décadas antes de cambiar en 2011 a ninguna preferencia de partido. Al cambiar su registro en enero, se describió a sí mismo como un “demócrata pro centrista, pro empleo, pro seguridad pública”.
Aun con el cambio de filiación, la historia conservadora de Caruso probablemente tendrá una gran importancia en la carrera electoral. La pregunta central sigue siendo si Los Ángeles, una ciudad que se ha vuelto mucho más progresista y diversa en las últimas décadas, ¿tiene el estómago para poner a un exrepublicano y multimillonario como alcalde?
Guerra detalló que, incluso hace unos meses, su respuesta habría sido “absolutamente no”. Pero, continuó, “la narrativa sobre la falta de vivienda y el crimen realmente ha cambiado”.
“Hay muchos votantes que considerarían elegir a Rick Caruso hoy, sin embargo, no lo habrían estimado hace solo seis o nueve meses”, indicó Guerra.
Sin embargo, Sonja Diaz, directora de Política Latina e Iniciativa Política de UCLA, advirtió que Los Ángeles hoy es marcadamente diferente de la ciudad que eligió a Riordan. Entre otros factores, citó el éxito de las medidas electorales recientes relacionadas con la vivienda y la reforma de la justicia penal que, según dijo, mostraban una preferencia por las intervenciones públicas respaldadas por datos dirigidas a las causas fundamentales, en lugar de “sancionar a las personas y volver al régimen de ‘ventanas rotas’”
En una ciudad que es casi 50% latina, el éxito de cualquier candidato a la alcaldía dependerá, al menos en parte, de la capacidad de atraer a los votantes de esa comunidad.
“Obviamente, el COVID-19 ha tenido un impacto desigual en los hogares latinos de esta ciudad”, puntualizó Díaz. “Entonces, un alcalde tendrá que articular una agenda política que centre a los trabajadores y a esas familias de manera que puedan permanecer en Los Ángeles y no solo sobrevivir, sino prosperar”.
La presentación del viernes sigue a meses de especulaciones sobre si Caruso, quien ha jugado con la idea de una candidatura a la alcaldía durante casi dos décadas, entraría en el proceso electoral. El angelino estuvo cerca de lanzar una campaña en 2013, pero decidió que una carrera agotadora no era algo por lo que quería hacer pasar a sus cuatro hijos, comentaron las personas involucradas. La más joven de ellos tiene ahora 20 años.
The Times informó anteriormente que Lex Olbrei, quien a finales de enero dejó su cargo de directora de políticas a la concejala Mónica Rodríguez, sería la principal funcionaria de campaña de Caruso, junto con un cuadro de asesores de alto nivel como Ace Smith y Mark Fabiani.
Los importantes negocios de Caruso en la ciudad que espera liderar, sin duda, generarán dudas sobre los conflictos de intereses. Pero los expertos en ética del gobierno explican que sus participaciones comerciales no le impiden ocupar el cargo, siempre que revele adecuadamente sus intenciones financieras y siga cuidadosamente el protocolo sobre posibles problemas a medida que surjan.
“Si hay algo que involucre específicamente una de sus propiedades, [como] una ordenanza o un contrato, es posible que tenga que descalificarse”, subrayó Bob Stern, coautor de la Ley de Reforma Política del estado de 1974 y exconsejero general de la Comisión de Prácticas Políticas Justas de California. “Pero si se trata solo del desarrollo urbano en general, no tendría que descartarse a sí mismo”.
No está claro cómo manejaría Caruso el control de sus intereses comerciales si asumiera el cargo.
Durante su campaña para alcalde, Riordan indicó que colocaría sus propiedades privadas en un fideicomiso ciego para evitar posibles conflictos de intereses. Ocasionalmente surgieron problemas durante su mandato, y pagó una multa de 3.000 dólares por violar la ley de responsabilidades de funcionarios públicos en 1996. El problema, que la oficina del entonces mandatario calificó como un error involuntario y honesto, lo involucró actuando en asuntos relacionados con el inquilino de un edificio del que era parcialmente propietario, ubicado en el centro de la ciudad.
Para Caruso, “debería haber un muro suficiente entre él como posible alcalde y él como empresario para que la gente no se pregunte: ‘¿Por quién está tomando esta decisión, por nosotros o por él mismo?’”, planteó Jessica Levinson, profesora de derecho electoral en Loyola Law School y expresidenta de la Comisión de Ética de la ciudad de Los Ángeles.
Otros candidatos comenzaron a criticar a Caruso incluso antes de que entrara en la carrera electoral.
“Lo último que necesita nuestra ciudad es una vacilación transparente impulsada por las encuestas sobre cuáles deberían ser los valores fundamentales”, indicó Feuer el viernes por la mañana, criticando el cambio de Caruso en el registro de votantes y el apoyo previo al representante Kevin McCarthy (republicano de Bakersfield) y al senador Mitch McConnell (republicano de Kentucky), políticos antiaborto.
Buscaino criticó el apoyo de Caruso al fiscal de distrito George Gascón durante su campaña, argumentando que los angelinos “deberían estar profundamente preocupados por el compromiso del señor Caruso con la seguridad pública”.
Caruso fue coanfitrión de una recaudación de fondos para Gascón en febrero de 2020, pero luego donó 45.000 dólares a un comité que apoyaba al fiscal de distrito Jackie Lacey, según registros de contribuciones proporcionados por su campaña.
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