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McVay dice que los Rams jugaron mejor cuando más importaba

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El entrenador en jefe de los Rams de Los Ángeles, Sean McVay, a la izquierda, celebra con el receptor abierto Cooper Kupp (10) después de derrotar a los Bengals de Cincinnati en el partido de fútbol americano Super Bowl 56 de la NFL el domingo 13 de febrero de 2022 en Inglewood, California (AP Photo/Lynne Sladky)
(Lynne Sladky / Associated Press)

En el reloj quedaban 1:25 minutos cuando Cooper Kupp recibió el ovoide que puso arriba a los Rams de Los Ángeles en los minutos agonizantes del partido. Segundos después, Aaron Donald derribó al mariscal de campo de los Bengals de Cincinnati y aseguró el triunfo por 23-20 el domingo por la noche en el Super Bowl LVI ante 70,048 aficionados que abarrotaron el SoFi Stadium de Inglewood, la casa de los nuevos campeones de la NFL.

“Estamos hablando de un equipo muy competitivo”, declaró McVay tras el juego. “Sueno a un disco rayado pero le pedimos a los jugadores ser los mejores cuando se requiere dar lo mejor de ellos”, expresó el entrenador de los Rams, quien a sus 36 años se convirtió en el coach más joven en ganar un Super Bowl. Hasta este domingo, Mike Tomlin, que tenía 36 años y 10 meses cuando ganó el Super Bowl XLIII en 2009, era el entrenador más joven en conquistar un Super Tazón. Pero McVay lo superó pues apenas cumplió 36 años el mes pasado.

Fue el primer título de los Rams desde que conquistaron el Super Bowl en la temporada 1999 y es el primero representando a la ciudad de Los Ángeles desde que ganaron el campeonato de la NFL, previo a la era de los Super Bowls, en 1951.

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“Estoy tan orgulloso de este grupo. Por la ofensiva que encontró una forma y que Donald lo termine fue poético”, expresó McVay.

“Esos muchachos se hicieron cargo del juego. La línea ofensiva hizo un gran trabajo protegiendo. Hubo tantas contribuciones, estoy muy orgulloso de este equipo”, expresó McVay, para luego levantar el trofeo y gritar icampeónes, baby!

Parecía una noche destinada para romperle el corazón a los aficionados de los Rams, pues Odell Beckham Jr. se había lesionado y el trabajo defensivo magistral de Donald y Von Miller parecería que iba a quedar desperdiciado.

Pero entonces los Rams jugaron como campeones en los últimos dos minutos decisivos.

El receptor de los Rams, Cooper Kupp, tuvo una noche maravillosa y fue votado como el ganador del trofeo Pete Rozelle para el Jugador Más Valioso. Kupp registró ocho recepciones para 92 yardas y dos touchdowns, incluyendo la anotación ganadora durante el último cuarto. También tuvo siete yardas a ras de piso.

“No me siento merecedor de esto. Estoy agradecido con Dios. Estoy muy contento de estar cerca de estos entrenadores y jugadores todos los días. Estoy bendecido”, expresó Cooper, el octavo receptor en ser coronado MVP de un Super Bowl y el primero desde que el receptor Julian Edleman lo logró con Nueva Inglaterra en el Super Bowl LIII.

“Estoy tan agradecido, todos los que han estado en mi vida”, señaló Cooper, quien se presentó a la conferencia de prensa acompañado de sus hijas.

La noche del domingo se escuchaban los fuegos artificiales alrededor del vecindario de Inglewood, festejando la coronación de un equipo que regresó a Los Ángeles hace seis años y que apenas comenzó a jugar esta temporada en el SoFi Stadium en frente de su equipo durante la pandemia.

“Es increíble. Estoy muy orgulloso de este grupo. Gracias para la gran afición de Los Ángeles, su primer trofeo de Super Bowl. En la Casa de los Rams”, indicó Stan Kroenke, dueño de los Rams.

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