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Las pesquisas por las denuncias contra Schneiderman superan el enredo inicial

EFE

Las pesquisas sobre las denuncias contra el exfiscal general de Nueva York Eric Schneiderman parecen estar encaminadas después del consenso alcanzado entre los distintos fiscales de distrito acerca de cuál se hará cargo del caso.

Schneiderman, de 63 años, renunció el pasado lunes horas después de que la revista The New Yorker recogiera denuncias de cuatro mujeres que aseguraron haber sido objeto de agresiones físicas de parte del poderoso fiscal general del estado.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, nombró el martes una fiscal especial para el caso, Madeline Singas, pero al menos dos fiscales de distrito habían anunciado previamente que lo investigarían por su lado.

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Uno de ellos, el de Manhattan, Cyrus Vance, acusó al gobernador de intentar “inmiscuirse en el proceso penal” por apartarlo de las pesquisas, a la vez que reafirmó su propósito de investigar los delitos que haya cometido Schneiderman en su distrito.

“Mi oficina abrió una investigación que duró doce horas”, afirmó hoy Vance en una rueda de prensa que compartió con el gobernador, con la fiscal especial y con otro fiscal de distrito que también había anunciado el inicio de sus propias pesquisas.

La comparecencia de los cuatro ante los periodistas cerró la incertidumbre y el enredo jurídico que se había abierto el martes sobre este tema, y especialmente Vance y Cuomo parecieron haber hecho las paces en las rivalidades anteriores.

Vance se comprometió a “asistir en lo que sea necesario” a la fiscal especial, que también está a cargo del distrito de Nassau, y que, como ya quedó establecido el martes, colaborará con el fiscal del distrito de Suffolk, Tim Sini.

Según el fiscal del distrito de Manhattan, decidió ceder el caso para no retrasar las diligencias, después de haber superado una inicial “frustración” por el nombramiento de la fiscal especial, y mostró su total confianza hacia Singas.

Cuomo, Vance, Singas y Sini coincidieron en la necesidad de actuar conjuntamente para investigar las denuncias que afectan a Schneiderman, con la promesa de realizar las investigaciones de una forma “justa y diligente”.

“No quiero ninguna percepción de conflicto de intereses. Las emociones están altas y las sospechas son muchas”, afirmó Cuomo.

El gobernador había justificado anteriormente la decisión de encargar las pesquisas a otro distrito distinto del de Manhattan porque la oficina de Vance estaba siendo investigada por Schneiderman por supuesta dejación de justicia en el escándalo del productor de Hollywood Harvey Weinstein.

Schneiderman está acusado de pegar e intentar estrangular a varias mujeres con las que mantuvo una relación sentimental, a partir de 2013 y hasta el año pasado, en algunas ocasiones después de haber ingerido alcohol.

Cuomo, al dar comienzo a la rueda de prensa, dijo que las investigaciones determinarán si existen causas para procesarlo por “posible acoso sexual y abuso sexual”.

Una de las mujeres que denunció los hechos, Tanya Selvaratnam, declaró que Schneiderman había amenazado con hacerla seguir e interceptar su teléfono.

Acerca de esta denuncia, Singas, que evitó entrar en detalles sobre el caso para no entorpecer las diligencias, sólo confirmó que se investigará la posibilidad de que Schneiderman haya usado su oficina para abusar de sus víctimas.

Schneiderman, que había destacado como fiscal general por sus posiciones en contra de los abusos sexuales a raíz de la polémica por el escándalo de Weinstein, ha negado las acusaciones por medio de un portavoz.

Aunque era una figura muy mediática mientras ejerció sus funciones, desde 2011, desde que surgieron las denuncias no ha hecho declaraciones, y sólo apareció el miércoles a la puerta de su casa para entrar a un vehículo.

“Nadie está por encima de la ley”, insistió hoy Cuomo al prometer que se llegará al fondo de estas denuncias. “La ley es la ley y todo el mundo debe responder ante ella”, recalcó.

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