Pacientes afectados planean demandar al presunto médico fraudulento en Texas
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Austin (TX) — Al menos dos pacientes anunciaron hoy que demandarán al doctor Jorge Zamora-Quezada, detenido por realizar falsos diagnósticos en los que recetaba medicamentos quimioterapéuticos con un alto coste económico, especialmente a personas de la tercera edad.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos detuvo la semana pasada a Zamora-Quezada, nacido en México, acusado de defraudar 240 millones de dólares a través de varias clínicas situadas en la frontera de Texas.
“Mi salud es muy mala en este momento, a veces tengo que quedarme en la cama todo el día, me convertí en una ermitaña”, dijo Gloria M. Gabriel, de 67 años, tras seguir el tratamiento aconsejado por el doctor.
Gabriel, junto a Christina Deras, de 69 años, presentaron un aviso de denuncia contra el presunto estafador ante un tribunal de San Antonio (Texas), argumentando que en el año 2010 les “diagnosticó” artritis reumatoide y les inyectó medicamentos específicos para tratar el cáncer.
Estas sustancias, agresivas con las células corporales, mermaron su salud y en ningún momento estaban indicadas para curar las supuestas enfermedades.
“Este hombre me robó la vida, quiero justicia, ¡quiero justicia!”, sollozó Deras a la salida del juzgado.
El equipo legal que las representa explicó que recibieron al menos un centenar de llamadas de afectados y que tras esta iniciativa, el acusado tiene 60 días para que los expertos revisen los registros médicos, período durante el cuál los pacientes podrán presentar sus demandas.
Por su parte, la Fiscalía del Distrito Sur de Texas le acusa de siete delitos de fraude al sistema de salud y asociación ilícita para llevar a cabo el lavado de dinero.
Con ese dinero defraudado, según el Gobierno, se financió un estilo de vida “lleno de lujos” que incluía un avión privado con el que se desplazaba entre sus consultas texanas de Brownsville y Edinburg, en la zona fronteriza del Valle del Río Grande, y la ciudad de San Antonio.
Zamora se declaró no culpable de los cargos la semana pasada y se mantiene en prisión preventiva sin fianza, porque se consideró un alto riesgo de fuga, a la espera de la sentencia judicial.