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Los 15 cónsules de Guatemala en EE.UU. se reúnen para afinar plan migratorio

José García, director de un refugio de migrantes, da unas monedas a dos hombres de Guatemala que viajan hacia la frontera de Estados Unidos el 14 de noviembre de 2016 en Tijuana, México. (AP Foto/Gregory Bull)
(Gregory Bull / AP)

Los 15 cónsules de Guatemala en Estados Unidos se reúnen hoy con el canciller guatemalteco, Carlos Raúl Morales, con el fin de afinar una estrategia migratoria, después de que el presidente electo de ese país, Donald Trump, anunciara la deportación de unos 3 millones de indocumentados.

El encuentro, que tiene lugar en la sede de la Cancillería, busca unificar una táctica de migración y llamar a la calma a los guatemaltecos en EE.UU., que tras la victoria del magnate neoyorquino a principios de mes vieron peligrar su situación.

Trump construyó su campaña en torno a polémicas propuestas, como la construcción del muro en la frontera con México, pero algunos expertos creen que debe moderar sus ideas más radicales.

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En materia migratoria, el presidente electo rebajó el discurso y dijo que empezaría con la deportación de aquellas personas con antecedentes penales, pandilleros y narcotraficantes, un sector que estimó en hasta 3 millones de personas.

El pasado lunes, tras este anuncio, México, Guatemala, Honduras y El Salvador acordaron unificar esfuerzos para proteger a los suyos y, por ende, actuar de forma conjunta con el objetivo de garantizar los derechos de los migrantes.

Además, los consulados móviles de los cuatro países en EE.UU. les brindarán información constante sobre sus derechos, les pedirán que respeten la ley, habilitarán una línea telefónica de comunicación y se reforzará el diálogo con las autoridades locales y con organizaciones humanitarias con el fin de tener la mejor comunicación posible con las próximas autoridades.

El cónsul de Guatemala en Nueva York, Pablo García, dijo que se está haciendo un llamado a la “calma” a los guatemaltecos “para que no cometan ningún error”, pues en este momento todavía no se saben las directrices del nuevo presidente de EE.UU., y los exhortan a no caer en nuevas estafas.

En lo que va de mes, unas 9.000 personas asistieron a los consulados, muchas de ellas con una gran sensación de “incertidumbre”. “En río revuelto ganancia de pescadores. Mucha gente los está asustando y les está diciendo que el presidente electo los va a sacar”, dijo García.

Se estima que unos 3 millones de guatemaltecos viven en EE.UU. y, de ellos, más de 800.000 carecen de documentación legal.

Por su parte, Rosa María Mérida, cónsul en Miami, reconoció que hay un aumento de la preocupación entre los connacionales pero les piden estar “tranquilos” y “no confrontar” ningún tipo de situación, para evitar cualquier tipo de intromisión legal.

Ante un posible incremento de la migración, sobre todo de niños, la diplomática los instó “a que no lo hagan” porque las autoridades en la frontera están “muy atentas” para impedir la llegada.

Los 15 cónsules estarán reunidos hasta el viernes para trabajar la contratación de cinco personas locales por consulado -principalmente guatemaltecos hijos de migrantes y en situación legal- y establecer una planificación para asesorar legalmente a los indocumentados.

El ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Carlos Raúl Morales, añadió que el objetivo es debatir sobre la hoja de ruta para la defensa de los migrantes en Estados Unidos y, aunque los recursos de su cartera son limitados, hay “la mejor intención de trabajar por nuestro prójimo, por nuestra gente”.

“Vivimos una coyuntura muy particular en Estados Unidos y la instrucción que tienen ellos (los cónsules) es tener las mejores relaciones con el nuevo Gobierno que viene, porque eso es importante (...), pero también estar alerta y preparados para defender a nuestros connacionales”, resumió.

Centroamérica, en especial el Triángulo Norte -Guatemala, Honduras y El Salvador-, es una de las zonas más violentas del mundo, pese a que no se desarrolla una guerra convencional, lo que incide en la emigración masiva a EE.UU. y México, los principales destinos.

Para hacer frente a esta violencia y a la falta de oportunidades que alienta a muchos a emigrar, en febrero pasado el presidente de EE.UU., Barack Obama, solicitó al Congreso una partida de 750 millones de dólares, que se sumarían a otros 750 millones aprobados en diciembre para afianzar el fortalecimiento institucional de los tres países bajo el Plan de la Alianza para la Prosperidad.

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